Para trabajar sobre los efectos que tiene el modelo turístico de nuestra Ciudad sobre el espacio público, buscamos el juego con los rastros, los escombros, los restos que quedan de una explotación de los recursos y los cuerpos que habitamos la turistificación.

Por eso propusimos una acción abierta y participativa, donde las invitadas podían ser tanto observadoras como accionadoras. Hicimos una expedición al torrente de Sa Riera, invitando a las participantes a registrar y recoger los pequeños tesoros y rastros que encontraran. Luego el Colectivo limpió todo lo encontrado con el objetivo de convertir los elementos en material para la construcción de souvenirs creativos, sarcásticos y sostenibles.

Este proyecto ha recibido el apoyo de la convocatoria de creación del CAC 2022, con el Casal Solleric y el Ajuntament de Palma.